En todas
las culturas desde el principio de los tiempos el hombre necesitó utilizar vestimentas que cubrieran su cuerpo.
Factores como el clima y el tiempo condicionaron a las
primeras civilizaciones a buscar telas o materiales funcionales a sus
necesidades. El vivir en continuo contacto con la naturaleza y no poseer refugio
adecuado obligaron a buscar prendas y materiales óptimos.
En la evolución de la vestimenta han influido
diferentes estilos y modas, materiales y tecnologías, códigos sexuales y
posición social, migraciones y tradiciones.
Dependiendo de la zona geográfica y de
las estaciones del año, la vestimenta de los hombres y mujeres varía. Por ejemplo en las
zonas más calurosas se utiliza ropa suelta, como en los países árabes, donde
podemos encontrar túnicas al igual que en los países africanos. Por otra parte
en aquellos climas fríos se usan telas más
gruesas y materiales que permitan conservar el calor corporal.
Alrededor del 7.000 AC, el hombre encontró que las largas y
finas fibras producidas por plantas y animales, podrían entrelazarse para
proporcionar un material flexible, cobijador y altamente confortable como nunca
antes conocido y cubría todas las necesidades de aquella época. Así que fueron
seleccionados y analizadas variedades de fibras naturales.
El pelo de
los animales como la oveja, la gran variedad de plantas a partir de tallos,
hojas, semillas y frutos como el algodón, los
delicados filamentos formados por insectos como la tela de araña o el
capullo del gusano de sea, fueron materia prima potencial para la fabricación
de telas y prenda de vestir.
El hombre
comienza a fabricar telares. Con el fin de que estas telas obtenidas de medios
naturales quedaran bien en el cuerpo y cubran las zonas necesarias, se empieza
a pensar en el diseño de la ropa, siempre con un fin práctico y no estético. No
se ven diseños pensados estéticamente hasta mucho más adelante en la historia de la vestimenta.
Por lógica
al paso del tiempo, aumentó la demanda de materia prima y se inició la
producción masiva y el costo de fabricación aumentaba, y solamente la clase
aristocrática podía adquirir productos de extracción natural. Ante esta
necesidad de reemplazar las fibras naturales, surgieron otras fibras, que
tenían propiedades físicas semejantes a las naturales, que eso comenzó en el
siglo XX.
Es bien
conocido que ya los egipcios y los griegos usaban ropa para cubrirse el cuerpo.
La prenda más común era la túnica entre ambas sociedades. Los egipcios usaban
una especie de polleras cortas que variaba en material según el estatus social
de la persona. Los más pobres vestían algodón y los más ricos el mismo material
pero de mejor calidad. También los de la alta sociedad usaban joyas y diseños
en sus prendas. Las polleras largas también se usaban, pero sólo algunos
miembros de la sociedad más privilegiados. Los egipcios también le daban mucha importancia
al maquillaje, el peinado y la depilación del cuerpo.
Los
primeros vestidos conocidos de las zonas más frías del mundo mediterráneo son
los de los medas (612 a.C.) y persas (539 a.C.). Los persas llevaban
calzones o pantalones con una túnica abierta sujeta con un cinturón. Estas
prendas muy ajustadas, tal vez debido al pequeño tamaño de las pieles
disponibles, eran llevadas por hombres y mujeres y siguieron utilizándose
incluso después de la invasión del Imperio persa por los medas. Estos vestían
trajes largos y amplios con mangas de boca ancha. El vestido color púrpura lo utilizó por primera vez en Persia la clasesacerdotal. Los trajes de los sacerdotes también reflejan la
influencia de los pueblos conquistados de Mesopotamia, especialmente en cuanto al uso de telas rectangulares con
borlas en las esquinas. Los persas también introdujeron en Occidente el gorro
frigio de fieltro, a menudo con orejeras.
En Grecia se usaba el lino, la lana y el algodón, y más tarde la seda
con prendas de piezas rectangulares ribeteadas por los cuatro lados, sin costura
ni dobladillo, acompañadas de fibulas y cinturones. El
vestido más antiguo era la “exomis”,
una tela rectangular sujeta al hombro izquierdo, anudada bajo el brazo derecho
y ceñida por un cinturón. Los campesinos llevaban pieles curtidas o vestidos
gruesos de lana, con un gorro de cuero llamado “kyné”.
Las clases más favorecidas portaban vestidos de lino o lana fina, llamados “quitón”, cubiertos por un manto denominado “himatión”.
Las mujeres llevaban una túnica larga llamada “peplo”.
En Roma se usaba igualmente la lana, el lino y la seda, a veces
entremezclados. La prenda más antigua era el “subligaculum”, que era un taparrabos alrededor de los riñones. En la época republicana surgió la “subúcula”,
una túnica que podía ser de dos tipos: dalmática,
con mangas, o colobium,
sin mangas. Encima llevaban una toga , una capa semielíptica
drapeada según la ocupación: estrecha para los filósofos, ceñida para los guerreros,
con una banda púrpura para sacerdotes y magistrados, púrpura con bordados de
oro para altos dignatarios. El vestido femenino se componía de taparrabos y strophium (era un antecedente del sujetador), sobre el que iban
dos túnicas, la “subúcula”, larga hasta los pies y sin mangas, y el “supparum”, túnica corta
semejante al “quitón” griego.
Ya en la
edad media, la historia de la vestimenta cambia drásticamente. Los hombres
empiezan a usar túnicas cortas con mangas y calzas hechas de cuero o paño. Las
mujeres empiezan a usar polleras y capas que sobre el cuerpo. Más adelante, la
pollera de la mujer se extiende hasta el suelo. Durante siglos, las mujeres no
podían mostrar sus piernas, las que debían cubrir en toda su extensión. Desde
entonces los vestidos de las mujeres comienzan a tener más importancia. Las mujeres
de las clases más altas empiezan a ornamentar sus vestidos y la elegancia se
transforma en el nuevo interés. Desde la edad media, la ropa ya no tenía
únicamente un fin práctico, sino estético.
En el
Medievo también fue corriente el uso de guantes, de hilo para el verano y de
piel para el invierno. Desde el siglo XII aumentó el uso de la
seda, así como del algodón, que tenía su principal centro de producción en Italia. En el siglo XVIII apareció el vellux, que es el terciopelo, y aumentó la
elaboración de peletería. En el siglo XVI se acortaron los
calzones, que pasan a llamarse calzas
altas, y sobre la camisa se llevaba un jubón, prenda ajustada al
cuerpo que cubría desde los hombros hasta la cintura.
Las prendas
típicas del renacimiento se desarrollaron en Italia, de donde, a raíz de la invasión de Carlos VIII de Francia
en 1494, se extendieron al resto de Europa. La túnica de cuello bajo y la
camisa en el hombre, y las capas igual de sencillas y también de cuello bajo en
la mujer ejercieron un efecto breve pero intenso en la evolución del vestido europeo en general. Hacia 1620 había desaparecido
la sencillez, y la línea vertical de las prendas medievales fue sustituida por
la línea horizontal del traje del renacimiento. Al tiempo que se producía este rápido cambio de estilo, irrumpió en
Europa la moda del "acuchillado". Esta tendencia, que probablemente
tuvo su origen en el sur de Alemania y que perduró hasta el siglo XVII, consistía en unas
aberturas semejantes a cuchilladas en el tejido exterior que dejaban ver una
tela distinta por debajo.
En el siglo
XVII no tuvieron lugar otros cambios en la vestimenta femenina que los
producidos por los vaivenes de la moda. Se siguió llevando el corsé en forma de
cono con el talle más alto o más bajo según la moda. A finales del siglo
apareció el traje suelto o mantua un cambio que se produciría en el siglo
siguiente. La casaca seguía siendo una capa pero constaba de dos piezas
delanteras, dos piezas traseras y dos piezas para los hombros.
A partir de
1715 surgió el estilo refinado que se conoce con el nombre de rococó,
caracterizado por una estética artificiosa que en ocasiones llegaba al exceso y la frivolidad.
La corte francesa marcaba la moda y las tendencias, y numerosos pintores
captaron este tipo de indumentaria, como Jean-Antoine Watteau o Maurice Quentin
de la Tour. En la última década del siglo las tendencias cambiaron como
consecuencia del triunfo de la revolución, adoptando una nueva estética como
símbolo de los nuevos valores políticos y sociales.
A raíz de
la Revolución Francesa se produjeron dos cambios radicales en la moda europea; así,
la vestimenta se convirtió en objeto de propaganda ideológica de la nueva era. En el hombre se volvieron
a imponer los pantalones después de 600 años; los revolucionarios adoptaron la
vestimenta de las clases bajas en lugar de las medias y los calzones usados por
la nobleza. Este traje revolucionario, se componía de una casaca llamada
carmagnole, un pantalón largo llamado sansculotte, una escarapela tricolor, el
gorro frigio y unos zuecos. Como resultado, en el siglo XVII hubo un cambio más
drástico para los hombres.
CONCLUSIONES:
Como dice
la revisión histórica, el vestido, al igual que el alimento y la vivienda son
necesidades esenciales del ser humano. Así como el homosapiens comenzó a buscar
maneras de alimentarse para sobrevivir, también halló formas para cubrirse de
estaciones del año que le causaran la ausencia de calor.
Desde ahí,
parte todo. La creatividad del humano es infinita, así como sus necesidades.
Conforme el tiempo pasa, todo cambia. En este caso, la vestimenta, que mujeres
desde un inicio se cubrían con lo que la naturaleza les concedió, su propio
pelo, que a este suceso cómicamente se le puede llamar “La edad del Pelo”.
Es
impresionante lo que hace la necesidad, comenzaron a buscar calor en plantas,
lo sacaron de tallos, de semillas, hasta en la hoja encontraron fibras. Desde
que sentían algo mal en sus cuerpos, como vibraciones y no poderse mover de lo
paralizado, comenzaron a buscar maneras, como fuera posible.
Quizá en un
principio no encontraron mucho, pues no podían hacer procesos tan complejos
para extraer materiales, pero pasó el tiempo y empezaron a hallar en el coco un
tipo de fibra, hallaron el algodón, el cáñamo, el esparto, etc.
Posteriormente,
encuentran vestimentas en fibras animales, en el borrego, el conejo, la vaca,
el caballo. Y como escribí anteriormente, también en los vellos del hombre,
pero ahora de una manera más compleja.
En la
revisión, está explícita la manera en la que el tiempo cambia, y cómo la
vestimenta cambia de acuerdo a culturas, religiones, clases sociales y muchos
más factores. Por ejemplo, en Roma, la toga, que es la prenda más conocida de
los romanos, sólo un ciudadano romano podía vestirla.
Las iberas
tenían una moda muy particular, que era usar un vestido en forma de funda terminada inferiormente en tableros de
ajedrez unas veces, otros trajes en forma de manto con bellos rebordes y
ajedrezados inferiores y con borlas.
Supongo
que todo esta investigación me enseñó de dónde surge la necesidad de la ropa, y
cómo estaba equivocada en pensar que usaban ropa por vergüenza a no mostrar sus
partes íntimas, como es en este tiempo. Es hilarante cómo antes sólo usaban
prendas en algunas partes del cuerpo, y no se cubrían como nosotros lo hacemos
ahora; pero en estos tiempos si hay escote, se considera grotesco o no
apropiado.
Me
gustó bastante hacer esta investigación, ya que no sabía muchas cosas, encontré
que hay fibras extraídas de minerales, que con muchos materiales vegetales se
pueden hacer telas para crear ropa, o fundas, o carteras, etc. Y espero poder
aprender más sobre las fibras y los hilos para poder entender todo el proceso
que se lleva a cabo al crear/diseñar lo que quiero hacer y dedicarme por el
resto de mi vida.
REFERENCIAS
ELECTRÓNICAS
http://clubensayos.com/imprimir/Fibrolog%C3%ADa-2/11553.html
http://www.historia-vestimenta.com/
http://www.monografias.com/trabajos68/historia-vestuario/historia-vestuario.shtml
http://www.cyberpadres.com/tiempo_libre/carteleras/fetiche/mingote/1parte/egipto.htm